La producción del petróleo en Guinea Ecuatorial ya ha alcanzado la cifra de 200.000 barriles diarios. Así lo reconoció Antonio F. Nve Ngu, ministro portavoz del Gobierno, en declaraciones..
Nve Ngu afirma que este nivel de producción "situará a Guinea Ecuatorial como uno de los imperios petroleros y financieros con mejor futuro y perspectiva de la zona centroafricana, lo que se traducirá en el incremento del desarrollo del país y de la calidad de vida de sus habitantes e infraestructuras".
Como motivos principales de que se haya conseguido llegar a estas cifras, "La Gaceta" habla del importante incremento de las actividades llevadas a cabo por empresas como Mobil, además de la explotación llevada a cabo por la multinacional Triton en la desembocadura del río Mbini.
El boom del petróleo en Guinea Ecuatorial se produjo hace tan sólo cuatro años, con algunas consecuencias importantes para la economía del país, como la triplificación del PIB. El 29 de octubre de 1996 Guinea Ecuatorial y sus colaboradores, Mobil y United Meridian Corporation (UMC), de Houston, celebran la primera producción de petróleo del yacimiento petrolífero de Zafiro. Sólamente habían transcurrido 18 meses desde su descubrimiento. El año siguiente, en 1997, la producción de petróleo produjo unos 100 millones de dólares al país, haciendo que inmediatamente se doblase el producto interior bruto. La producción de Mobil se mantenía en torno a los 80.000 barriles al día, extraídos del único yacimiento existente.
Además, el conjunto de la rica zona petrolíefra del Golfo de Guinea, desde Angola, pasando por Gabón, Guinea y Camerún, hasta Nigeria, se está convirtiendo en una fuente de energía cada vez más importante para el oeste. Angola ya provee un 10% de la importación de petróleo a los Estados Unidos, al mismo tiempo que Nigeria se está convirtiendo en una fuente importante para EE.UU y España. La dependencia de estos países está aumentando y los gobiernos occidentales están manteniendo relaciones amistosas con cualquier tipo de gobernante. Este hecho se puede ver claramente en el repentino acoso del gobierno norteamericano hacia el principal enemigo de la zona, el gobierno en Luanda, así como la reticencia europea cuando se trata el tema de los derechos humanos en Guinea Ecuatorial.
Este año continúa el boom. En marzo, la compañía americana Vanco Energy Company, por su sucursal Vanco International Ltd., firmó un contrato para repartir la producción en el área maritima de Corisco con el gobierno de Obiang. El área marítima de Corisco está fuera de la costa de Río Muni, bordeando Gabón. Vanco tiene un interés del 100% en el área y es el operador. Vanco es una compañia internacional de exploración y producción de petróleo y gas, basada en Houston, Texas, con actividad en Gabón, Marruecos, Costa de Marfil y Senegal, teniendo reservadas las mayores áreas en alta mar en el oeste de África.
En cualquier caso, los ingresos del petróleo no parecen haber llegado, por el momento, al beneficio de la población de Guinea Ecuatorial. La calidad de vida de sus habitantes, las infraestucturas y la situación de los derechos humanos, sin embargo, siguen siendo las asignaturas pendientes del régimen.
las grandes ganancias que el petroleo está proporcionando al gobierno (que no a la población) y el constante miedo que siente el propio presidente ante esta riqueza y posibles robos o incluso un golpe de estado. Obiang negoció, en mayo del 2000, con compañías de seguridad estadounidenses MPRI (Military Professional Ressources Incorparated) ó Kroll O'Gara, la adquisición de vehículos blindados por importe de 10 millones de dólares (1840 millones de pesetas). Todo indica que los expertos de MPRI reorganizarán la guardia del presidente guineano ante la partida de los soldados y oficiales marroquíes que se ocupaban de proteger a Obiang y a sus colaboradores en la denominada Ciudad Prohibida de Malabo. Tras una reciente visita a Rabat, Obiang acordó con el rey Mohamed VI la retirada paulatina de este contingente enviado en 1979 por el rey Hassan II cuando se produjo el llamado golpe de la libertad, en el que el actual presidente guineano derrocó a su tío, el también dictador Francisco Macias, fusilado por un pelotón dirigido por un oficial marroquí.
Gastos presidenciales, que, en cualquier caso, saldrán de las arcas del estado. Aunque no siempre es así. Recordemos, por ejemplo, los viajes al extranjero de Obiang, señora y séquito, sufragados, como es habitual, por la empresa petrolífera Mobil. A modo de ejemplo, podemos recordar el fax en el que, el 25 de agosto de 1999, Cristóbal Mañana, ministro de Minas y Energía, solicita a Mobil "su acostumbrada colaboración en el sentido de que Mobil GE se haga cargo de los gastos de hotel, vehículos y cualesquier otro gasto relacionado a situaciones imprevistas durante la permanencia de la comitiva Presidencial", en referencia al viaje de Obiang a Canadá y Nueva York.
Mientrastanto, la comunidad internacional y sus principales representantes no parece prestar atención a los informes que periódicamente publican distintas organizaciones internacionales sobre la situación de los derechos humanos y las noticias que nos llegan sobre la escandalosa situación de corrupción en el país. El parlamento europeo piensa una y otra vez en reestablecer la ayuda económica al mismo gobierno corrupto que ya se ha quedado con dicha ayuda en distintas ocasiones. La ONU recibe a Obiang en la Cumbre del Milenio no como a un dictador culpable de distintos crímenes, sino como a un respetable jefe de estado al que se le rindieron todos sus honores.
El gran cambio económico que comenzó en 1995, cuando se descubrieron abundantes yaciminetos de petróleo, no parece servir para mucho en esta situación de corrupción institucionalizada. El descubrimiento ha sido un boom y ha triplificado el PIB en sólo tres años (1996-1999), convirtiendo a Guinea Ecuatorial, en teoría, en uno de los países más ricos de África. Pero, en cualquier caso, todos los beneficios van a parar al clan en el poder y hay pocos indicios de que los ingresos del petróleo vayan a llegar a la población. Los beneficios, en cualquier caso, hacen al gobierno más independiente y le permiten tener motivos para mantener a Obiang en el poder. El comportamiento del propio Obiang demuestra claramente que el desarrollo guineano le está permitiendo a su régimen incrementar su paranoica política. Y todo indica que, si la comunidad internacional sigue apoyando el régimen, éste continuará en la persona de Teodorín Obiang, el hijo al que Obiang ya le está preparando el camino para ocupar el preciado cargo de dirigir a su antojo este país en el que 'todo es posible'.
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